
Vivimos en un mundo donde solo se acepta una forma de recibir sanación. Vamos con los doctores o a un hospital que con analizan y nos dicen lo que tenemos. Pero, la realidad es que hay millones de formas de recibir sanación y utilizando esas formas con las maneras convencionales puede ayudarnos fuertemente.
El problema de las sanaciones no convencionales, es la duda. Cuando la conversación de recibir una sanación “espiritual” se lleva acabó, no falta una persona que dude. Esas dudas crean bloques internamente que empieza reversar los cambios que recibimos através de la sesión. Críticas y el pensar que otros nos veas como loco, tiene más valides que el cambio que sabemos que estamos recibiendo. Empezamos a cerrar la mente a la potencial de recibir sanación de métodos válidos. Las sanación no convencional se crea como un taboo. Si alguien descubre que estamos abiertos a diferentes métodos de sanación lo negamos.
Mucha de esta stigma, esta creadas por las creencias religiosas de las personas. Algo que siempre me a causado frustración. Cuando Jesús empezó a sanar con sus nuevas creencias, a él lo llamaron demoníaco y brujo por las creencias ya establecidas. Resultó en que lo matarán y en el descubrimiento que había valides en su manera de sanar. Cuando una persona empieza utilisar sus creencias como método de crítica, eso tiene que ver más con envidias y no espiritualidad.
Tenemos que decidir si vamos dejar que los demás nos sigan aguantando hacia atrás. Tenemos que perder el miedo de la stigma. Tenemos que ponernos primero y sanarnos en la manera que sea efectivo para nosotros.