
Hay veces en nuestra vida que pasamos periodos turbulentes. Cuando el refrán “al perro flaco les cargan las pulgas”, esta hablando de nosotros. En tiempos como estos empezamos a pensar porque nos cae esta mal dicha encima. Que hicimos? Y si la respuesta es “TODO BIEN!”
Es difícil aceptarlo pero en realidad para ver cambios verdaderos en nuestra vida, algo tiene que terminar. Una puerta tiene que cerrar. No se puede construir, donde algo ya esta establecido.
Esto no te esta pasando a ti, esta pasando para ti. Te esta abriendo los ojos, te esta enseñado las acciones que haz estado resistiendo, te esta habiendo la puerta a tu gran potencial.
Le turbulencia, eres tu! Tu resistencia al cambio. Tu queriendo abrir de nuevo la puerta que se cerró.
La energía divina ya te dio todas las herramientas para sobrepasar esto. Deje de estar corriendo detrás de lo que no es para ti y úsalas. Respira profundamente para calmar la cortisona. El pánico, los enojos, la depresión, le indica a tu cuerpo que estás en ataque. Le quita la sangre al cerebro y se lo pasa a las piernas. Cuando te calmas, das tiempo a tu cerebro que se conecte y encuentras soluciones.
No resistes el cambio. Puede que habras la puerta a algo mucho mejor.